miércoles, 13 de noviembre de 2013

El Ácaro del tostado, un viejo nuevo conocido.

El ácaro del tostado o del bronceado como es conocido normalmente este ácaro, era considerado una plaga secundaria hasta hace unos años,casi que se había olvidado. Este olvido, se dió pura y exclusivamente al tipo de matriz sanitaria utilizada mayormente en nuestra zona, donde las aplicaciones generales realizaban un control sobre este  ácaro, aún no siendo este la plaga objetivo de estas. Ciertos productos al ser de acción generalista, ejercen un control sobre estos ácaros, también sobre los insectos benéficos, no se veía uno.
Hoy en día es difícil no encontrar plantas atacadas por este ácaro en los lotes bajo manejo integrado, debido a que se dejaron de utilizar algunos p.a que no eran compatible con el manejo integrado y los abejorros.

El agente causal es el  Aculops lycopersici.
Es un diminuto ácaro de la familia Eryophidae.
Los eriófidos son ácaros microscópicos de cuerpo cónico alargado como se ven en las fotografías  con sólo dos pares de patas (otras fuentes citan 3 pares), estos ácaros producen agallas y deformaciones en varias plantas.
Aculops lycopersici, es originario de Australia, le encanta el tomate y se reproduce muy rápido en él si tiene dadas las condiciones para reproducirse, aunque también se han citado casos de ataques en berenjena y otras solanáceas silvestres.
Los huevos son esféricos y pasa por dos estadios  ninfales antes de llegar al estado adulto.
Es prácticamente invisible a simple vista, se debe utilizar una lupa 10X como mínimo para lograr visualizarlo. En verdad tampoco es necesario verlo, ya que los síntomas son muy particulares y evidentes, aunque no esta de más comprobar su presencia para el diagnóstico  sobre todo cuando vemos síntomas iniciales en la parte inferior de la planta (tallos y hojas).Ideal sería poder detectarlo anterior al síntoma.
Los síntomas son los de las 3 imágenes siguientes. Las hojas comienzan a amarillear y finalmente se necrosan llegando a producirse defoliaciones intensas si no se controlan las plantas afectadas. Lo más característico es el tono bronceado que toman los tallos y hojas durante el ataque del ácaro.Su control es relativamente fácil sí durante el monitoreo se lo detecta a tiempo y se lo controla en etapa temprana por focos. En las fotos se puede ver un ataques avanzados sobre tallo, hojas y frutos.

Los síntomas son los de las 3 imágenes siguientes. Las hojas comienzan a amarillar y al final se necrosan llegando a producirse defoliaciones intensas si no se controlan las plantas afectadas. Lo más caracteristico es el tono bronceado que toman los tallos y hojas durante el ataque del ácaro.Su control es relativamente fácil sí durante el monitoreo se lo detecta a tiempo y se lo controla en etapa temprana por focos. En las fotos se puede ver un ataques avanzados sobre tallo, hojas y frutos.

                


Hoy en día existen algunos p.a que tienen muy buen control sobre este ácaro, además de controlar ácaro blanco (Polyphagotarsonemus latus), arañuela roja (Tetranychus urticae). 

Tal es el caso del spiromesifen, un derivado del ácido tetrónico, es un producto eficaz y respetuoso con los insectos benéficos y abejorros. Comercialmente se lo conoce como OBERON, un producto que lo comercializa BAYER, y esperemos tenerlo pronto por Argentina.


A este p.a aún no se le conocen resistencias (ni directas, ni cruzadas), pero cuidado con usarlo reiteradas veces en aplicaciones generales, en focos es otro cantar.
Es un insecticida metabólico, tiene un punto de acción muy concreto (interfiere en la síntesis del malonil-CoA, precursos de los ácidos grasos, evitando la síntesis de los lípidos en el citoplasma celular) y eso es un factor muy importante a tener en cuenta por la aparición de resistencias.


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